jueves, 3 de noviembre de 2011

Chicas Ninis

El gobierno las niega, dice que las mujeres no cuentan en la lista de los ninis, porque se encuentran haciendo trabajo doméstico en sus casas. Parece ser que este es el argumento perfecto para asignar ocupación a más 6 millones de chicas entre 16 y 29 años que ni estudian ni trabajan. Las causas son diversas, en algunos casos es por falta de interés, en otros porque no hay suficientes oportunidades, mientras que en otros más se debe a la mentalidad, aún viva en muchas familias, de que no vale la pena que las hijas se preparen en cosas ajenas al hogar, si de todas maneras se casarán, tendrán hijos y deberán dedicarse a atender a sus familias.

Según José Narro Robles, en el país hay 7.5 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, de los cuales el 80% son mujeres. Ante estos números me parece incorrecto y con muy pocos fundamentos que el gobierno diga que se trata de personas ocupadas en actividades del hogar, pues tenemos que no todas las mujeres ninis se dedican a eso; en lo personal conozco a varias que así como no estudian ni trabajan, tampoco participan en las labores de su casa.

Por ejemplo, Claudia es una joven de 22 años, estudió hasta la preparatoria y no ha pensado en seguir preparándose, al mismo tiempo que tampoco tiene interés en buscar un empleo. Ella es una chica de tez clara, facciones finas, estatura poco superior al promedio (tal vez 1.65 metros), cabello castaño a la cintura y presencia corpulenta, a su corta edad tiene una masa corporal que supera los 100 kilogramos, situación que la hace sentir acomplejada y que la ha aislado de los ambientes propios de su edad; nunca sale con amigos ni asiste a comidas familiares, le molesta que la vean gorda.

Se levanta todos los días a una hora cercana al medio día, después se dedica a ver series de televisión mientras se arregla, pues su objetivo más importante es verse presentable para su novio, quien todas las tardes la visita en su casa en la colonia Narvarte.

Así como muchas otras ninis, Cigue vivo el prejuicio de que las mujeres no son buenas para estudiar, además de que no lo necesitan, pues se cree que finalmente se casarán y tendrán hijos, lo cual de todas formas les impedirá tener una realización profesional.

Tengo una amiga en esta situación, y de verdad es triste. Se llama Thalía, ella era compañera mía en la secundaria, y a pesar de no ser una estudiante muy brillante, sus notas eran aceptables. Cuando entró al bachillerato, ella decidió dejar el colegio para dedicarse a la práctica del tennis competitivo, sin embargo, sus padres no la apoyaron debido a problemas económicos, por lo que dejó el deporte y dedicó su tiempo a las actividades domésticas. Mientras tanto, su hermano, por el simple hecho de ser hombre, siguió jugando tennis y estudiando, además de que sus padres también le daban dinero para gastar en entretenimiento.

Thalía logró estudiar hasta elsten repetidos casos de mujeres jóvenes que no salen de su casa debido a que sus padres o esposos las obligan o manipulan para que piensen que es su deber es estar al servicio del hogar. De la mano con esta situación encontramos que aún sigue vivo el prejuicio de que las mujeres no son buenas para estudiar, además de que no lo necesitan, pues se cree que finalmente se casarán y tendrán hijos, lo cual de todas formas les impedirá tener una realización profesional.

Tengo una amiga en esta situación, y de verdad es triste. Se llama Thalía, ella era compañera mía en la secundaria, y a pesar de no ser una estudiante muy brillante, sus notas eran aceptables. Cuando entró al bachillerato, ella decidió dejar el colegio para dedicarse a la práctica del tennis competitivo, sin embargo, sus padres no la apoyaron debido a problemas económicos, por lo que dejó el deporte y dedicó su tiempo a las actividades domésticas. Mientras tanto, su hermano, por el simple hecho de ser hombre, siguió jugando tennis y estudiando, además de que sus padres también le daban dinero para gastar en entretenimiento.

Thalía logró estudiar hasta el bachillerato gracias a la opción de “prepa abierta”, pero ya no pudo continuar la universidad por la misma situación, pues en el pueblo donde vive, Oaxtepec, Mor., no hay escuelas de enseñanza superior y no cuenta con el apoyo de su familia para irse jóvenes en algún trabajo, es aún limitada y deficiente.

El problema de los ninis, y específicamente, el de las ninis, es un tema que ya comienza a ser estudiado por diversas organizaciones que realizan investigaciones para mejorar la calidad de vida y oportunidades de las mujeres. Sin embargo, su trabajo aún es incipiente, todavía falta que el gobierno reconozca el problema y establezca planes para resolverlo, y espero que lo hagan. Yo tengo muchas amigas ninis, las conozco desde pequeñas, todas ellas decían que de grandes querían ser algo: maestras, doctoras, veterinarias, artistas, etcétera; dibujaban sus sueños con plumones sobre papel y se proyectaban cuando jugábamos a las Barbies. Espeparación, los lugares en las universidades públicas están muy restringidos y las escuelas privadas siguen siendo bastante caras, mientras que la oferta académica de cursos técnicos y prácticos, la cual pudiera verse como una opción para capacitar a las jóvenes en algún trabajo, es aún limitada y deficiente.

El problema de los ninis, y específicamente, el de las ninis, es un tema que ya comienza a ser estudiado por diversas organizaciones que realizan investigaciones para mejorar la calidad de vida y oportunidades de las mujeres. Sin embargo, su trabajo aún es incipiente, todavía falta que el gobierno reconozca el problema y establezca planes para resolverlo, y espero que lo hagan. Yo tengo muchas amigas ninis, las conozco desde pequeñas, todas ellas decían que de grandes querían ser algo: maestras, doctoras, veterinarias, artistas, etcétera; dibujaban sus sueños con plumones sobre papel y se proyectaban cuando jugábamos a las Barbies. Espero que aún siga viva esa parte de ellas, aunque sea escondida en alguno de los rincones de su monotonía, quisiera hacer algo por sus ideales en peligro, aunque lo único que queda a mi alcance es lo mismo que cualquier persona es capaz de hacer: entenderlas y verlas como una realidad, como personas que podrían ser capaces de aportar algo al país, y no como entes ajenos al mundo relegados a una condición inferior.


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